“Una vez, yo, Chuang-Tzu, soñé que era una mariposa, una mariposa que volaba, gozando de sí misma. No sabía que realmente era Chuang-Tzu. De repente,… desperté y volví a ser realmente Chuang-Tzu. Pero no sé si soy yo quien soñaba que era una mariposa, o soy una mariposa soñando que soy Chuang-Tzu”.